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La felicidad de una vida con sentido, guiada por la sabiduría de la naturaleza

¿Qué es un propósito de vida? ¿Todos tenemos uno? De ser así, ¿cómo lo encontramos? En mi caso, una relación cada vez más profunda con la naturaleza me ayudó a reconocer por qué estoy aquí y cómo usar mejor mi tiempo.

Cuando estaba en la universidad, me sentía impulsada a cumplir los sueños que tenían otras personas para mí, en vez de mis propios sueños. Dejé de lado mi amor de toda la vida por la música, y en vez de eso me formé como arquitecta. Era una opción de carrera que se veía muy bien en teoría. Parecía que había cumplido con todo: era profesional, creativa y respetada. Sin embargo, aunque me gradué con las mejores notas y comencé una carrera prometedora, sufrí continuamente enfermedades reiteradas y una depresión inexorable, hasta que acepté a mí misma que no estaba en armonía con mi verdadera naturaleza.

Avisé donde trabajaba como arquitecta y me mudé a la india para reflexionar sobre los acontecimientos que habían moldeado el arco de mi vida hasta ese momento. Pasé un año allí, meditando y practicando yoga. Esos fueron los caminos que encontré para volverme a alinear con la inteligencia de la naturaleza que sentía dentro de mí y a mi alrededor, para poder sentirme conectada conmigo misma y con otras personas en el mundo.

Cuanto más en armonía me sentía con el universo, mayor era el propósito que percibía. Más allá de mis pensamientos corrientes, había una fuerza inmensa e imponente, un plan que alguien tenía para mí y mi voluntad personal limitada. Nací para servir a esta fuerza con todo mi corazón y con cada aliento. ¿Pero cómo era este servicio?

Al lograr la tranquilidad interior, me di cuenta de que no necesitaba tener todo resuelto. Sabía que lo que amaba era la música y servir al mundo. Cuanto más profundamente confiaba en que se me revelaría mi camino, descubría que el universo conspiraba para ayudarme a alcanzar mi mayor felicidad. En efecto, llegué a ver que el universo entero vibra a la frecuencia de la felicidad. La felicidad no era un lujo, sino una expresión de mi lugar dentro del todo. A medida que me permitía aceptar y adaptarme a esta realidad, me sentía en armonía con la naturaleza y que se me enseñaba a vivir el propósito de mi alma.

En aquel momento mi relación con la naturaleza entró en una nueva etapa. Sabía, con absoluta seguridad, que me apoyaban y me amaban, incluso si yo no me daba cuenta siempre. Esto repercutió en todas las áreas de mi vida, que comenzaron a florecer con mayor facilidad. Mi mundo creativo se amplió más allá de lo que podría haber imaginado. Desarrollé maneras de conectarme de un modo sistemático e intencional con la inteligencia de la naturaleza como fuente de orientación. Me sentí asombrada de las posibilidades creativas que se abrieron ante mí.

Al igual que vemos estructura en las raíces, el tronco y las ramas de un árbol, existe una estructura análoga, oculta, que forma internamente – transforma – el mundo físico. Cuando estamos dispuestos a estar calmados, podemos crear en conjunto con ese aspecto de la naturaleza. Cuanto más decidía estar a tono con eso, más podía actuar con la máxima eficiencia en todo lo que hacía.

De muchas maneras, mediante este trabajo creativo conjunto, volví a lo que había conocido en el candor de la niñez. Cuando era una niña pequeña, sentía que cantaba y escribía música para los ángeles y toda la naturaleza. Ahora, crear música se ha convertido en una experiencia sinfónica multidimensional, que da color a la armonía de los entornos en sonido tecnicolor.

El amor y el respeto por la naturaleza se volvieron universales para mí. Componer música era – y hoy todavía lo es – una colaboración consciente con el patrón organizado, sutil, del universo. En colaboración con la naturaleza, desarrollé nuevas aptitudes para dar apoyo a mi interpretación, conectarme con el público, o incluso percibir los espacios donde estaba interpretando. Al aceptar este poder, también fui encauzada para crear YEM: Yoga as Energy Medicine (Yoga como una medicina de energía), y me convertí en la fundadora y directora general de la institución benéfica Parvati.org, y también para escribir varios libros de autoayuda y obras de ficción como parte de GEM: Global Education for MAPS (Educación Global para MAPS). Uno de ellos es un próximo libro sobre nuestro superpoder, que muestra cómo se puede crear en colaboración con la naturaleza para lograr el máximo de salud, bienestar y creatividad.

Cuando nos conectamos con la inmensa inteligencia, compasión e ingeniosidad de la naturaleza, se nos revela el camino a seguir más eficaz, eficiente y vivaz.

El mes próximo, anticipándome al nuevo libro, compartiré más sobre cómo profundizar su colaboración con la naturaleza para desarrollar todo su potencial.